Un muro de pago (en inglés paywall) es un sistema que restringe el acceso a contenido a usuarios que no cuentan con una suscripción pagada.[1] Existen dos tipos de muros; suaves y rígidos. Los muros rígidos no permiten el acceso al contenido sin una suscripción, mientras que los muros suaves tienen más flexibilidad con los usuarios gratuitos, como contenido selectivo, límite de artículos gratuitos por mes o páginas de ejemplo de un libro o párrafos de un artículo. Los periódicos han implementado estos muros en sus sitios para aumentar sus ingresos, los cuales han disminuido debido al decremento en las ediciones impresas y las ganancias por publicidad.[2]
Mientras los muros se usan para ingresar ganancias extra, también se han utilizado para aumentar el número de subscriptores impresos. Algunos periódicos ofrecen acceso al contenido en línea junto con la entrega de una edición impresa semanal por un precio menor que contratar únicamente la versión en línea.[3] Sitios de noticias como BostonGlobe.com y NYTimes.com utilizan estas técnicas porque incrementa tanto sus ganancias en línea como la circulación de la versión impresa (lo cual les da más ganancias por publicidad).[3]
Crear ganancias por publicidad en línea ha sido una batalla para los periódicos, y en 2011 un anuncio en línea ingresaba únicamente del 10 % al 20 % de su contraparte impresa.[2] Se dice que «ni el ingreso por anuncios digitales ni las subscripciones a muros de pago son suficientes para quitar la presión que se generaría en los periódicos sin la presencia impresa».[2] Según el experto de Poynter media, Bill Mitchell, para que un muro de pago pueda generar ingresos importantes, los periódicos deben crear un «nuevo valor» —mayor calidad, innovación, etc.— para que su contenido en línea merezca ser pagado.[4] Analizado como un instrumento para generar ganancias, el uso de los muros de pagos trae implicaciones éticas en los medios sobre el acceso democrático a las noticias.